Siete cosas que no sabías de la Feria del Espino… (o sí)
- Espino es una pequeña localidad situada entre Vega y Espinareda, que los días 1 y 15 de cada mes celebra la gran feria del ganado, una tradición con siete siglos de historia y siempre con el pulpo como gran protagonista.
- Existe un pergamino que ofrece los primeros datos sobre la existencia de esta feria. Un documento de 1317 acredita el privilegio real otorgado al monasterio de San Andrés, por el cual el rey Alfonso XI concede al abad don Ramón el señorío de la villa de Vega y el privilegio de realizar un mercado en tiempos de paz.
- La feria se celebra al amparo del santuario de Nuestra Señora de la Asunción. El abad escogió un llano que está por encima del Monasterio para celebrar el mercado, al que acudían numerosos ganaderos procedentes de todo El Bierzo. Este lugar se empieza a conocer como Campo del mercado o de la feria y está alejado del Monasterio y de Vega para evitar la entrada de enfermedades.
- Hasta finales del siglo XVIII no se estableció la celebración de la feria los días 1 y 15 de cada mes aunque siguen siendo el 15 de agosto, día de la Asunción, el día de Año Nuevo y el Primero de Mayo los tres días de mayor concurrencia y popularidad de la feria.
- Dicen los lugareños que a la Feria del Espino venían a tratar la compraventa del ganado (vacas, caballos, cerdos, e incluso gallinas y conejos) desde todos los rincones de Noroeste de España: El Bierzo, León, Galicia, Asturias e incluso desde el País vasco. Tal fue su importancia que hasta la forma física del pueblo es circular, pues creció alrededor del recinto donde tenía lugar la feria.
- Hoy día, sigue siendo una de las ferias de mayor renombre de la comarca, donde antiguamente se vendía ganado y hoy se ofrece una gran variedad de artículos de todo tipo, desde productos de segunda mano a artesanías, tejidos y productos alimentarios artesanales (embutidos, quesos, panes, empanadas…)
- Pero sin duda, el gran protagonista de la feria es el pulpo, cocinado en la plaza por las tradicionales “pulpeiras”. Se mantienen muy viva la tradición de “ir a comer el pulpo al Espino” los días de feria.
